miércoles, 24 de agosto de 2011

El niño que se ahogó

Una ola se ha llevado al niño que jugaba en la playa con su palita. Su padre Josep, desesperado, deja de jugar a la petanca y corre hacia la orilla, mira al cielo y se dirige directamente a Dios:

"Dios mío...soy yo, Josep, no pots hacerme esto a mí... no pots llevarte al nen... yo siempre he sido un buen catalán, observante, ayuno, cumplo todo lo que dice la religión al pie de la letra, no pots hacerme esto, Dios... te pido por favor... voy a misa a Montserrat, colaboro con la comunitat... por favor... devuélveme a mi hijo...tráelo de nuevo junto a mi..."

En ese momento, un rayo rompe el cielo , un estruendo silencia a los veraneantes... sin duda es una señal de Dios para Josep...una nueva ola llega desde el mar... y devuelve al niño a la orilla...

Josep es testigo del milagro, su amado hijo ha vuelto...

Entonces, con lágrimas en los ojos, mira de nuevo al cielo, respira profundamente y le dice al Supremo:

"Señor... ¿...y la palita...?"

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